lunes, 25 de mayo de 2009

Enfermedad del hombre "La fimosis"



Fimosis

Después de haber tomado unas largas vacaciones aquí traigo un nuevo tema el cual creo que es muy preocupante para todos los hombres que podemos padecer de esta enfermedad

¿Que es la fimosis?

consiste en un estrechamiento del extremo del prepucio (piel móvil del pene), que impide que se retraiga normalmente sobre el glande (extremo distal del pene).

Mucho más frecuentes son las adherencias, que son uniones que existen normalmente entre la mucosa del prepucio y la mucosa del glande. Pueden estar asociadas o no a la fimosis, y cuando se presentan sin que exista fimosis no requieren tratamiento alguno.

La frecuencia de la fimosis va disminuyendo con la edad del niño. Es casi constante en el recién nacido; afecta a alrededor de un 80% de los varones menores de 6 meses; a un 10% de los menores de 3 años; y a un 1-2% de los chicos de 16 años.

Sin duda, la situación más habitual es la llamada fimosis fisiológica, que se resuelve con el paso de los años.

Hasta los 5 años de edad la fimosis puede considerarse fisiológica o normal, salvo en casos extremos en los que produzca complicaciones, como dificultades en la micción, infecciones repetidas o dolor.
Se habla de fimosis congénita cuando esta no se resuelve con la edad. En otros casos puede aparecer una fimosis adquirida después de un periodo de retracción normal del prepucio sobre el glande. Ésta puede estar producida por infecciones, irritaciones o tirones forzados del prepucio.

La fimosis puede observarse como un pequeño punto de abertura del prepucio o como un anillo del extremo del prepucio alrededor del glande. En cualquier caso, el problema que plantea es la dificultad del prepucio para retraerse y dejar el glande al descubierto.

¿Puede producir molestias?
La fimosis fisiológica no produce ningún tipo de molestia. El prepucio se va despegando progresivamente del glande con el paso de los meses. A veces pueden verse pequeñas manchitas formadas por una secreción blanquecina que produce el prepucio (llamada esmegma), que únicamente precisan de una limpieza suave. En ocasiones llegan a formarse verdaderos acúmulos de este esmegma en forma de quistes, que tampoco requieren ningún tratamiento en especial.

En cambio, la fimosis severa sí que puede producir problemas, como dificultades en la micción. En este caso, la orina se acumula en el prepucio, distendiéndolo. También pueden tener lugar infecciones en el glande (llamadas balanitis), o dolores con la erección. Una complicación más infrecuente es la infección de orina.

¿Cuál es el tratamiento óptimo para la fimosis?
Existe bastante evidencia de que la mayoría de los niños pueden ser tratados en forma exitosa con una crema con corticoides, y que la circuncisión es necesaria sólo de manera infrecuente.(6-9)

Desafortunadamente, casi todos estos estudios no distinguen entre fimosis patológica, como la define Rickwood y col.(1) y otros tipos de prepucios no retraibles, ya sea como resultad
o de adherencias balanoprepuciales o debido a que se trata de fimosis fisiológica.

Sin embargo, la experiencia sugiere que la mayoría de los casos de fimosis fisiológica pueden ser tratados en forma exitosa con una crema a base de corticoides, aplicando la misma a la parte del prepucio parcialmente retraída, tres veces por día.
Después de 4 a 6 semanas, el prepucio puede ser retraído en el momento del baño y después de la micción.(10)

Incluso la balanitis xerotica obliterante puede ser tratada en forma exitosa sin circuncisión,(11) particularmente si la crema con corticoides se suplementa con una cirugía menor llamada prepucioplastia, en la cual se amplia el extremo distal del prepucio.(12)
Desafortunadamente, no ha habido ningún estudio que use una definición rigurosa de la fimosis patológica, por lo que no se ha podido comparar la eficacia de la crema de corticoides y la circuncisión.

Todavía se debate sobre cuales deben ser los cuidados del prepucio normal en lactantes varones. Se debe recomendar a los padres que eviten realizar maniobras que puedan dañar el prepucio, no obstante que lo mantengan impío.

Esta conducta puede ayudar a prevenir irritación cutánea a nivel del extremo del prepucio, que puede ser un factor etiológico de fimosis patológica y balanitis (aunque esto todavía no ha sido demostrado por estudios apropiados).

La discusión sobre circuncisión con los padres, basada en la evidencia, sólo podrá ser una realidad cuando se hayan realizado estudios prospectivos sobre el cuidado del prepucio y el uso de cremas con corticoides para el tratamiento de la fimosis.

Entonces los padres de nuestros pacientes estarán tranquilos de que sus hijos no circuncidados no desarrollarán ninguna enfermedad atribuible a la naturaleza del prepucio. Sin embargo, debemos poner énfasis en acordar una definición estándar de fimosis en los protocolos de estudio.

Mientras tanto, debemos respetar la opinión de los padres cuando estos ven a la circuncisión como, como un buen tratamiento para sus hijos, pero con ciertas condiciones.
Una de estas, es que se los debe poner al tanto sobre otras opciones terapéuticas.

La otra es que se les debe permitir que tomen una decisión una vez que cuenten con la información adecuada, que les permita saber que “fimosis” no es igual a “patológica” y que “patológica” no siempre indica cirugía.

Finalmente, Van Howe y col. advierten que se le está pidiendo a los médicos que realizan circuncisiones “involuntarias” que las reporten en forma completa.

Sin embargo, también advierten que “con los precedentes legales actuales, esto puede no ser suficiente” para proteger al médico de acciones legales,(13) enfatizando la necesidad de desarrollar definiciones sólidas sobre las cuales basar nuestros tratamientos.

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